jueves, 13 de enero de 2011

UNA BACTERIA AFECTA A LOS CIERVOS IBÉRICOS SALVAJES

Coxiella burnetii provoca abortos en animales silvestres y domésticos, y puede afectar a los humanos como agente causante de la fiebre Q. Ante la posibilidad de que la transmisión entre animales se extienda, investigadores españoles han documentado los primeros casos de la bacteria en tres poblaciones de ciervo ibérico silvestre. Los resultados demuestran que la presencia es aún baja, pero son necesarios más estudios para analizar la dinámica de la enfermedad.

Hasta ahora, los casos positivos de Coxiella burnetii sólo se habían descrito en poblaciones de ciervos con densidades muy altas, con una prevalencia “relativamente elevada”, un 12%. Científicos de la Universidad de Extremadura han determinado ahora la prevalencia de Coxiella burnetii en poblaciones de ciervo ibérico salvaje, y cómo los diferentes manejos cinegéticos y las densidades pueden afectar a su extensión.

El equipo de investigación analizó 137 ciervos abatidos en monterías de tres áreas de Extremadura y Andalucía –Monfragüe, Sierra de San Pedro, y Sierra de Hornachuelos, respectivamente-, elegidas por la utilización ganadera, cinegética, o mixta, y por sus principales manejos sobre las poblaciones de ciervo.

“Obtuvimos una prevalencia media del 3,64%, y encontramos por primera vez casos positivos en dos de las tres áreas estudiadas”, señala a SINC Leticia Castillo, autora principal e investigadora en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura.
Según el estudio, que se ha publicado en Journal of Zoo and Wildlife Medicine, la mayor prevalencia (es decir, un 11%) se obtuvo en la zona que tenía un uso mixto, cinegético y ganadero. “A pesar del uso mixto, el contacto entre la población silvestre y doméstica es escaso, por lo que el contagio puede producirse por vía indirecta a través de garrapatas”, aclara Castillo.
En la región con uso exclusivamente cinegético la prevalencia en las poblaciones salvajes fue del 2,3%, lo que muestra una afección de esta bacteria patogénica intracelular “aún baja” en individuos silvestres.
“La presencia de Coxiella en las poblaciones de ciervo parece mantenerse en baja prevalencia a pesar de que puedan encontrarse en densidades relativamente altas en estas zonas”, manifiesta la investigadora.
Abortos y otras afecciones
Los científicos encontraron indicios de abortos tempranos con reabsorción en los ciervos salvajes, como ocurre en los vacunos, contrariamente a los pequeños rumiantes que presentan abortos tardíos.
Coxiella burnetii es una bacteria que puede producir patología en animales silvestres y domésticos. La transmisión de este microorganismo se realiza de dos maneras diferentes: una directa (sobre todo en especies domésticas, a partir de residuos de abortos, de secreciones infectadas o vía aérea), y una indirecta a través garrapatas en animales silvestres).
En humanos, algunos estudios indican que la fiebre Q debería considerarse “un problema de salud pública en muchos países, sobre todo en España”. En personas con un contacto directo con los animales (veterinarios, trabajadores de matadores, o granjeros) la fiebre es una amenaza.
Por ello, “son necesarios nuevos estudios para determinar la dinámica de esta enfermedad en las poblaciones de ciervo mediterráneas”, concluye Castillo.
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Referencia bibliográfica:
Castillo, Leticia; Fernández-Llario, Pedro; Carranza Almansa, Juan; Bermejo, Félix; Hermoso de Mendoza, Javier. “First seropositive cases ofCoxiella burnetii in red deer populations in the southwest Iberian Peninsula” Journal of Zoo and Wildlife Medicine 41(3): 468-473, septiembre de 2010.
Fuente: SINC

martes, 28 de diciembre de 2010

COMO UNA CABRA...

El dicho " estar como una cabra" nunca tuvo más sentido... mirar estos videos y prepararos para quedaros ¡¡¡CON LA BOCA ABIERTA !!! y todo por la sal.





viernes, 5 de noviembre de 2010

LLUVIA ÁCIDA: EL OCASO DEL BOSQUE

Un paisaje fantasmal de esqueletos de árboles y roca viva, lagos transparentes y escasos de vida, monumentos degradados y convertidos en piedra sucia y negra, la lluvia ácida es la responsable de todos estos efectos.

La lluvia ácida es un problema medioambiental de los países industrializados que, junto con la contaminación acústica, el estrés urbano y un largo etcétera, forman parte de un complejo de males que nos amenaza lenta pero progresivamente.

El incremento de las lluvias ácidas viene siendo cada vez más frecuente debido a la masiva industrialización que se está produciendo en el mundo, siendo los ecosistemas  los países asiáticos y las economías emergentes de estas zonas las que más están sufriendo las consecuencias devastadoras de este “mal moderno”. Es uno de los muchos problemas que el Hombre ha ido creando mediante el desarrollo de la civilización, creando sin darse cuenta su propia y personal autodestrucción.

El incremento de la concentración de compuestos fuertemente ácidos en la atmósfera como óxidos de nitrógeno y dióxidos de azufre producen efectos dañinos sobre el paisaje natural, aunque  todavía quedan muchas incógnitas por desvelar de este fenómeno contaminante, cada vez hay más estudios experimentales que recogen más información para ayudar a predecir  el alcance de este fenómeno sobre el paisaje.

Pero ¿Cómo se produce la lluvia ácida?. La emisión de óxidos de nitrógeno y dióxidos de azufre generado por las grandes industrias y los aparatos eléctricos ascienden en forma gaseosa hasta la atmósfera donde reaccionan con el vapor de agua condensado en las nubes. El producto final de la reacción entre los compuestos oxidantes del nitrógeno y el azufre y el agua es el ácido nítrico y el ácido sulfúrico respectivamente con un fuerte poder corrosivo y erosivo. Una vez se ha completado la formación de microgotas de estos ácidos en la atmósfera, son transportadas por el viento junto con las nubes a miles de kilómetros de distancia hasta que finalmente se forme la borrasca y el agua condensada junto a las microgotas de ácido sulfúrico y ácido nítrico caigan desde el cielo en forma de lluvia sobre el terreno. La lluvia ácida se acumula en lagos y embalses matando a todo ser vivo que en el habite, debido principalmente a que altera el pH del agua. Sólo algunos microorganismos resistentes a estos ácidos se salvan.



Respecto al Bosque, la lluvia ácida no índice directamente sobre árboles y plantas, sino que estos compuesto acidifican de tal manera el estrato edafológico y sus horizontes que esquilman la totalidad de la biología del suelo que generan las gran mayoría de los nutrientes que las plantas necesitan para su desarrollo.

La colaboración ciudadana en este problema del siglo XXI es esencial.  Todas las iniciativas en el ahorro energético en el hogar y en las industrias constituyen pequeños pasos pero importantes en la erradicación de la lluvia ácida.

©Emilio J. Orovengua