Mostrando entradas con la etiqueta Incedios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Incedios. Mostrar todas las entradas

martes, 1 de agosto de 2017

ALCORNOQUES Y ENCINAS: REYES Y REINAS DEL BOSQUE MEDITERRÁNEO.

Sierra de San Pedro, Extremadura, 4 de la tarde, un día cualquiera de la segunda quincena de Junio…

El silencio en las horas vespertinas en el monte mediterráneo sólo lo rompe el estridente sonido de  los cantos amorosos de las cigarras. Una familia de ciervos ibéricos pasan la siesta extremeña a la sombra de un imponente alcornoque jadeando, esperando que pasen las horas de más calor y caiga el atardecer para acudir fieles a su cita diaria en el abrevadero.

Cigarra

El estío  extremeño, mediterráneo, roza lo inhumano a estas horas…Sobrepasa la resistencia de muchos seres vivos, colapsa la respiración y estrangula la fisiología de los cuerpos hasta casi deshidratarlos. Todos los seres vivos, se han tenido que adaptar a estas condiciones estacionales tan excepcionales y duras, especialmente las vegetales al carecer de movimiento y permanacer perpétuas desde que nacen.

La Encinas y Alcornoques son algunas de estas especies vegetales que soportan este calor infernal verano tras verano y crean ese mosaico único, eficiente, que es la Dehesa Extremeña que alimenta reses y ganado y que se proclama como una distribución cuasi-perfecta donde conviven la fauna doméstica y salvaje en armonía.

Un corderito con hambre...

Reyes y Reinas, Alcornoques y Encinas ¿Qué los hacen tan especiales para poder sobrevivir? Ambas especies han evolucionado a lo largo de milenios para adaptarse a estos cambios climatológicos estacionales tan extremos. Cada especie, en su parcela; han sido capaces de desarrollar  y adaptar estructuras y estrategias fisiológicas , modificar sistemas internos o crear escudos ignífugos para protegerse de una de las lacras de los veranos españoles: los incendios forestales.

La Encina, es una especie de árbol que pertenece a la familia de las Fagáceas, familia a la cual pertenece también el Alcornoque, el Castaño o el Roble. Es uno de los árboles con mayor dispersión y abundancia en el Sur de Europa donde  el Clima Mediterráneo impone sus duras condiciones tanto en verano como en invierno, tanto por sus temperaturas como por la pluviosidad anual. Ante esta adversidad, esta fagácea ha desarrollado sorprendentes estrategias de supervivencia, dignas de un náufrago en una isla solitaria…

Encina

Estas son las increíbles adaptaciones desarrolladas la Encina para soportar los tórridos calores estivales:
  • ESTRUCTURA. Si miramos una típica en perspectiva, veremos que se parece más a una seta que a un rascacielos. Raramente superan los 18 metros de altura, su porte es bajo y su hermosa copa está sustentada por un tronco ancho y poderoso. Esta forma “achaparrada”, de ahí en muchas zonas del sur peninsular se las llame “chaparro o chaparra”, tiene sus ventajas: Proporciona una buena sombra al tronco leñoso y al perímetro de suelo en la base que cubre, disminuyendo la temperatura de una forma más eficiente que por ejemplo, un castaño. Es un árbol de hoja perenne, no renuevan sus hojas cada año con el cambio de estación, sólo cuando éstas pierden su función caen del árbol. Esto es una ventaja en condiciones de poca agua, ya que renovar todo el follaje con recursos hídricos tan limitados condenaría a la muerte a estos árboles. La intensa radiación solar que soportan estos árboles en verano también los ha hecho adaptarse para que sus hojas se dispongan de una forma desordenada y perpendicular al suelo, no de forma horizontal como es lo que habitualmente vemos en los árboles de un parque. De esta forma, minimizan la incidencia directa de la luz solar sobre sus hojas y esquivan su radiación, así evitan deshidratarse.
  • HOJAS. En las hojas está la clave de “la superresistencia” de esta especie vegetal. Pura ingeniería de fisiología vegetal. Las hojas de las encinas son muy pequeñas, se ha reducido para tener un máximo de eficiencia con el mejor tamaño posible. De la encina se dice que es una especie vegetal esclerófila y este nombre proviene de que sus hojas están recubiertas por compuestos céreos lo que provoca el endurecimiento de su cutícula. Además, este tejido foliar está enriquecido con lignina, lo que también aumenta este endurecimiento del tejido esclerinquimatico. Sus estomas se sitúan en el envés de las hojas, protegidos por una masa de pelillos blanquecinos. Y todo esto ¿Para qué? Para evitar la evapotranspiración, o lo que es lo mismo, minimizar al máximo la pérdida de agua, así de esta manera queda más agua dentro del árbol para cuando tenga necesidad.
  • FOTOSÍNTESIS. Las Encinas, también han adaptado su “alimentación” a través del proceso fotosintético para cuando las condiciones de calor son extremas. Realizan la fotosíntesis en las primeras horas del día o ya cuando cae el ocaso, durante el resto del día, a 40 grados de temperatura o más, cierran sus estomas y reducen este proceso al mínimo.
El Alcornoque, el segundo protagonista de este artículo, ha desarrollado estrategias diferentes que la Encina para soportar los calores extremos estivales, aunque con el mismo fin: evitar deshidratarse.

Alcornoque

Alcornoque descorchado


Estas son las increíbles adaptaciones desarrolladas del Alcornoque para soportar los tórridos calores estivales y sobrevivir tras un incendio forestal:
  • ESTRUCTURA. Los Alcornoques llegan a medir hasta 25 metros de altura y su copa no resulta tan generosa como la de la Encina, aunque su función frente al calor. Es un árbol con hoja perenne, y estas hojas poseen tricomas (pelillos) que aumentan el aislamiento y son capaces de retener las pequeñas gotas de rocío aunque haya muy poca humedad.
  • EL CORCHO. La corteza suberosa del Alcornoque es una estructura que aisla, recubre y protege a esta especie vegetal frente a las condiciones extremas. Tiene la misión natural de protegerlo frente a los numerosos incendios que cada año, y cada vez con más frecuencia, se dan en el periodo estival en la Península Ibérica. Si en las Encinas la clave está en su hojas superespecializadas, en los Alcornoques la clave está en “la piel” que lo recubre…Se produce a partir del felógeno desde el interior del árbol hacia el exterior donde se transforma en suber o felema, una estructura compuesta de células muertas llenas de un gas similar al aire y es el 90% de volumen de las mismas. El Corcho es una especie de esponja con compartimentos estancos rodeados de una pared celular de suberina y cerina que lo hacen ignífugo, flexible, blando. ¿Y qué ocurre cuando el fuego abrasa un Alcornoque? Pues que la parte interna de la corcha se cierra por efecto del calor y evita la entrada de oxígeno y la combustión, protegiendo las partes internas del árbol y rebrotando en la siguiente estación. Gracias a estos poderosos escudos naturales, la supervivencia de un alcornocal está por encima del 70% tras el paso de un incendio, dependiendo eso sí, del espesor de su corteza y de cuando se haya producido su descorche o “saca”.

Alcornoques abrasados. A día de hoy siguen vivos.

Distintas estrategias para sobrevivir en los extremos climáticos del bosque mediterráneo, que según las últimas investigaciones del Departamento de Ecología de la Universidad de Córdoba, irán a más en los próximos 100 años provocando la desaparición de muchos de estos “reyes y reinas” y reduciendo el bosque mediterráneo a matorral y arbustos, todo ello por el efecto del Cambio Climático y el aumento de las temperaturas.

¿El futuro del Bosque Mediterráneo...?

©Emilio J. Orovengua

viernes, 14 de agosto de 2015

SIERRA DE GATA: LA VENGANZA DE VULCANO...

La Sierra de Gata ardía sin control hasta hace muy pocos días...

Ha pasado ya más de una semana desde que el 6 de Agosto de 2015 se iniciaría un incendio que pasará a los anales de la historia como "Dantesco" . A día de hoy, a pesar de no ya salir ya en las noticias, permanece en Nivel 1 y aún no está apagado.

Extremadura se quema para regocijo de uno/os y para romper el corazón de cientos de miles que ven como lo que ayer era verde, mañana será un paisaje lunar. Y esto ya nadie lo puede solucionar...

8.000 hectáreas de masa forestal en la Sierra de Gata y los términos municipales de Acebo, Perales del Puerto, Hoyos  arrasados, aniquilados, destrozados por la furia del fuego indómito que durante 5 días amenazó la vida de miles de personas.

Foto: EFE
8.000 hectáreas donde viven (o vivían) personas, animales y plantas…

Foto: EFE
El cielo de la Provincia de Cáceres amanece enlutado durante 4 días, donde ni siquiera los rayos del Astro Rey son capaces de atravesar la oscura y densa niebla de color ceniza, resultado de la ignición, la quema, de miles/millones de árboles y matorral. Sus efectos eran visibles a 100 km de distancia de este desproporcionado desastre, el cielo teñido de color ceniza y el ambiente enrarecido mostraba la magnitud de este incendio forestal.

Las redes sociales, youtube, internet en general se llenan de videos grabados por gente normal, con sus móviles, que alucinan con las maniobras de los pilotos y sus helicópteros jugándosela para coger agua de una piscina natural, escuadrones de hidroaviones, unos detrás de otros, llenando “sus panzas” en un pantano o en una laguna del líquido elemento que alivie o sofoque el fuego que, a pocos kilómetros, va devorando sin descanso y con todo su virulencia hectáreas y hectáreas de masa forestal.



Este ha sido un despliegue de medios de extinción sin precedente para un incendio sin control que, durante 5 largos días, casi 600 efectivos luchaban sin descanso contra el fuego de Sierra de Gata. 

Miles de personas desalojadas, miles de hectáreas quemadas, millones de euros invertidos en medios de extinción, cuando el problema no es el fuego, sino nosotros mismos. Parece mentira, pero la misma especie de ser vivo que provoca este tipo de desastres, es la misma que intenta apagarlos. Parece un sin sentido, y lo es, la especie Humana es así, capaz de lo mejor y lo peor, de hacerse daño a sí mismo. Pasamos del egoísmo y la egolatría, la maldad, la arrogancia, la prepotencia y la inhumanidad de los pirómanos, a la emoción, la gratitud, la humanidad de los que son ayudados ante su desesperación por la magnitud de este incendio. 

Y si no ver este vídeo...



“Ya nada volverá a ser como antes…." pero las gentes sí volverán a sus pueblos y a sus campos, con lo poco o mucho que les quede tirarán para adelante, soportando el amargo trago de haber vivido los peores días de sus vidas, pero sin dejar de avanzar hacia un futuro que sólo puede mejorar.

“Ya nada volverá a ser como antes…” pero volverán los ciervos, los jabalíes, los zorros, los corzos, las águilas y los buitres, los rabilargos y los arrendajos. Pronto, muy pronto.

“Y nunca dejaré que nada me cambie…” nuestro corazón, nuestro sentimiento como extremeños hacia Sierra de Gata no cambiará. La Naturaleza tardará 10, 20, 30 años en recuperar lo que el fuego se llevó en Agosto de 2015, pero se recuperará. No lo dudéis.

Se acabaron los crespones negros, comenzamos desde 0, pero en sólo 8000 hectáreas, quedan más de 100.000 en la Sierra de Gata para seguir disfrutando de ellas, y muchas miles más en toda Extremadura para seguir disfrutando de la belleza de sus paisajes, de sus pueblos y de sus gentes.


EXTREMADURA SIEMPRE VERDE


¿TE VIENES A CONOCERLA?




©Emilio J. Orovengua

lunes, 1 de junio de 2009

LA AMENAZA DEL FUEGO, UN VERANO MÁS...

A punto de cumplirse el 6º Aniversario del Incendio que arrasó las Sierras de Zapatero y  Santa Marina (Terminos Municipales de Cañaveral y Casas de Millán, Provincia de Cáceres), hago un llamamiento a todos los navegantes e internautas para que en lo que esté en nuestras manos, evitemos en lo posible que ésto no vuelva a suceder nunca más.

Pocos meses antes de este desastre natural que ocurrió el 02/08/2003, media España se afanaba en limpiar las costas gallegas de chapapote que había vertido al mar el 19 de noviembre de 2002 cuando  el Prestige se partió en dos a las 8 de la mañana, hundiéndose a una profundidad de 3850 metros y provocando la salida de petróleo a la superficie desde sus tanques. Es curioso ver que la repuesta ciudadana depende sólo y exclusivamente de la información que recibe a través de los medios de comunicación.

¿Por qué nadie ha acudió a reforestar con plantones de encinas y alcornoques las miles de hectáreas  que se quemaron ese verano en Extremadura? ¿Por qué en unos casos nos sensibilizamos tanto con el medioambiente y en otros no? ¿No es desastroso que se pierdan miles de hectáreas de pino, encinas, alcornoques y matorral, y toda su biodiversidad animal y vegetal?

Mi conclusión es que dependiendo de cómo te “vendan la burra” en la televisión, la radio o los periódicos, ésta pueda ser el más bello corcel o el "penco" más feo del mundo.

A continuación, un montaje fotográfico de aquel tremendo desastre que arrasó cientos de hectáreas y que viví en primera persona desde su comienzo hasta su final.





Y esto es lo que dice el DOE (Diario Oficial de Extremadura) del 22 de Mayo de 2009:

Se declara época de peligro alto de incendios forestales durante el año 2009, el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 15 de octubre, ambos inclusive, que podrá prorrogarse si las condiciones meteorológicas lo aconsejan.