Las babosas terrestres son moluscos gasterópodos del orden Pulmonata sin concha o con pequeñas conchas internas, en contraste con los caracoles, que tienen una prominente concha. Algunas especies de gran tamaño reciben el nombre de limacos. El término babosa no tiene ningún significado taxonómico ya que en él se incluyen gasterópodos de diversos grupos. Las babosas terrestres se reparten en numerosas familias, algunas de las cuales contiene tanto especies con concha (caracoles) como sin concha (babosas).
La babosa es un animal nocturno. Su actividad varía de acuerdo a la época del año, según la temperatura y la humedad.
El ciclo de vida de las babosas, la velocidad de su reproducción y su crecimiento son condicionados por las condiciones climáticas, la luz y la comida disponibles, factores que determinan también la densidad de la población. Los inviernos suaves favorecen la supervivencia de los huevos y de las babosas jóvenes y su desarrollo. En cambio un invierno muy seco y muy frío puede limitar su reproducción.
La alimentación de las babosas es muy variada. Se alimentan frecuentemente y en lo posible con tejidos vegetales pero pueden también consumir residuos animales. La gran babosa o la pequeña babosa gris prefieren las plantas a la superficie del suelo. A menudo son atraídas por plantas en descomposición. En período de sequía, las pequeñas babosas viven dentro del suelo y mordisquean las partes subterráneas de las plantas.
Una babosa puede comer hasta la mitad de su peso en una noche. La babosa gris absorbe entre 30 y 50 mg al día, pero la gran babosa puede tragar entre 5 y 10 g al día. Algunas babosas se alimentan de una vez, pero otras se abastecen en sucesivas ocasiones durante la misma noche.
Es considerada un enemigo del jardín ó huerta, por lo que es combatida con venenos a base de metaldehido. También la cerveza, depositada en recipientes en el suelo cumple la función de veneno para estos moluscos.
FUENTE TEXTO: Wikipedia.org
FOTOGRAFÍAS: Emilio J. Orovengua.