viernes, 5 de noviembre de 2010

LLUVIA ÁCIDA: EL OCASO DEL BOSQUE

Un paisaje fantasmal de esqueletos de árboles y roca viva, lagos transparentes y escasos de vida, monumentos degradados y convertidos en piedra sucia y negra, la lluvia ácida es la responsable de todos estos efectos.

La lluvia ácida es un problema medioambiental de los países industrializados que, junto con la contaminación acústica, el estrés urbano y un largo etcétera, forman parte de un complejo de males que nos amenaza lenta pero progresivamente.

El incremento de las lluvias ácidas viene siendo cada vez más frecuente debido a la masiva industrialización que se está produciendo en el mundo, siendo los ecosistemas  los países asiáticos y las economías emergentes de estas zonas las que más están sufriendo las consecuencias devastadoras de este “mal moderno”. Es uno de los muchos problemas que el Hombre ha ido creando mediante el desarrollo de la civilización, creando sin darse cuenta su propia y personal autodestrucción.

El incremento de la concentración de compuestos fuertemente ácidos en la atmósfera como óxidos de nitrógeno y dióxidos de azufre producen efectos dañinos sobre el paisaje natural, aunque  todavía quedan muchas incógnitas por desvelar de este fenómeno contaminante, cada vez hay más estudios experimentales que recogen más información para ayudar a predecir  el alcance de este fenómeno sobre el paisaje.

Pero ¿Cómo se produce la lluvia ácida?. La emisión de óxidos de nitrógeno y dióxidos de azufre generado por las grandes industrias y los aparatos eléctricos ascienden en forma gaseosa hasta la atmósfera donde reaccionan con el vapor de agua condensado en las nubes. El producto final de la reacción entre los compuestos oxidantes del nitrógeno y el azufre y el agua es el ácido nítrico y el ácido sulfúrico respectivamente con un fuerte poder corrosivo y erosivo. Una vez se ha completado la formación de microgotas de estos ácidos en la atmósfera, son transportadas por el viento junto con las nubes a miles de kilómetros de distancia hasta que finalmente se forme la borrasca y el agua condensada junto a las microgotas de ácido sulfúrico y ácido nítrico caigan desde el cielo en forma de lluvia sobre el terreno. La lluvia ácida se acumula en lagos y embalses matando a todo ser vivo que en el habite, debido principalmente a que altera el pH del agua. Sólo algunos microorganismos resistentes a estos ácidos se salvan.



Respecto al Bosque, la lluvia ácida no índice directamente sobre árboles y plantas, sino que estos compuesto acidifican de tal manera el estrato edafológico y sus horizontes que esquilman la totalidad de la biología del suelo que generan las gran mayoría de los nutrientes que las plantas necesitan para su desarrollo.

La colaboración ciudadana en este problema del siglo XXI es esencial.  Todas las iniciativas en el ahorro energético en el hogar y en las industrias constituyen pequeños pasos pero importantes en la erradicación de la lluvia ácida.

©Emilio J. Orovengua

2 comentarios:

RUVID dijo...

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Anónimo dijo...

Hace unos años, la gente se tomaba a broma lo de la lluvia ácida. Menos mal que muchos se han dado cuenta que es algo que debemos resolver.

Me ha parecido muy interesante tu entrada.

Un saludo!