Unos investigadores descubrieron el elemento que delata a las hormigas obreras que violan la regla de la colectividad y, habiendo una reina presente, tratan de tener sus propias crías, indicó un artículo publicado en la revista Current Biology.
En la sociedad de las hormigas, las obreras normalmente renuncian a reproducirse y se dedican al cuidado de las crías de la reina que son sus hermanos y hermanas. Sin embargo, existen casos en los que algunas intentan procrear, por lo que sus pares las atacan y les impiden aparearse.
Las pruebas de laboratorio apuntan a que son los hidrocarburos producidos por las hormigas los que denuncian claramente la disposición de las más pícaras a la travesura.
Las conclusiones representan la primera prueba directa de que los hidrocarburos cuticulares son la base de información sobre la cual se aplica la política reproductiva del hormiguero, dijo Jurgen Liebig, de la Universidad estatal de Arizona.
Liebig y sus colegas demostraron que los perfiles químicos están relacionados con la fertilidad de la reina y las obreras en muchas especies de hormigas, algunas avispas, y las abejas.
Asimismo, encontraron que las obreras usan hidrocarburos para distinguir entre los huevos puestos por las obreras y los de la reina. Los compuestos químicos operan también en otros contextos incluidos el reconocimiento del nido y la atracción sexual.
Teniendo en cuenta todo lo que sabían acerca de los hidrocarburos como medio de comunicación, Liebig y sus colegas sospecharon que esos compuestos químicos eran los que delataban a las obreras con intenciones reproductivas.
Para probar la sospecha en una especie de hormigas (Aphaenogaster cockerelli), Liebig y Adrian Smith, otro de los investigadores, aplicaron un compuesto sintético, similar al de los individuos fértiles, en obreras no reproductoras.
Las inocentes así marcadas atrajeron la agresión en los hormigueros donde sí había una reina, pero no en aquellos hormigueros sin reina donde las obreras habían empezado a reproducirse.
Liebig cree que los hidrocarburos son "una señal inherente confiable" porque las hormigas no pueden separar sus propios hidrocarburos de los de sus huevos.
Según Liebig, "este sistema que descubre a las obreras que tratan de eludir las normas desempeña un papel importante para el mantenimiento de la armonía en el mundo de las hormigas".
Fuente: ADN.es