Hace 35 años, tal día como hoy, Félix Rodríguez de la Fuente
nos dejaba huérfanos de sabiduría de la Naturaleza.
Alaska, Shaktoolik, 14 de Marzo de 1980, Félix
Rodríguez de la Fuente y su equipo, se disponen a hacer un reportaje de la
carrera de trineos tirada por perros más dura del mundo, La Iditarod Trail Slep Dog Race,
más de 700 km en unas condiciones extremas de frío, viento y nieve. Este 14
de Marzo es, además, el día de su cumpleaños…
Justo antes de partir, el camarógrafo graba un cuervo negro
sobrevolando el cielo que pocos minutos después surcaría el último vuelo de
Félix y su equipo. Tradicionalmente apodado como pájaro de mal agüero, quizás
premonitorio de lo que sucedería después, un hidropatín de su avioneta se
desprendía y hacia estrellarse el aparato con todos sus integrantes (Félix
Rodríguez de la Fuente, Warren Dobson, Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar).
Para algunos premonición o demasiadas coincidencias en mismo día (un cuervo,
dudas, su miedo a volar, su cumpleaños), para mí, la última historia que Félix nos contó antes de
volar…por última vez.
El que escribe sólo tenía 2 años, imposible de recordarlo,
pero aquella fecha se marcó a fuego en todos y cada uno de los españoles en
1980. Félix Rodríguez de la Fuente ha muerto en un accidente aéreo. Aquello,
según cuentan los medios, fue una tragedia nacional, Félix el de las Águilas
Reales en el puño, el Maestro de la Altanería, el macho alfa de una manada de
Lobos…Félix, el poeta de la Naturaleza; Félix, el que habla con los animales…
35 años después no dejo de pensar cuantos proyectos sobre la
Naturaleza tendrían Félix y su equipo en mente, pero su legado es tan amplio,
extenso y rico que a gente como yo, 35 años después sigue poniendo los pelos de
punta cuando Félix decía aquello de…”para
que en la noches españolas no dejen de escucharse los hermosos aullidos del
Lobo…” (y encendía un reproductor de audio). Sabiendo, que si no es por
Félix y su afán de protección y conservación de la Fauna Ibérica, el Lobo Ibérico que ahora conocemos se hubiera extinguido en los años 70. Él hizo que
pasara de alimaña perseguida y odiada a especie cinegética, y de especie
cinegética a superdepredador protegido, admirado y respetado por todos.
Vagos recuerdos de mi infancia me vienen a la memoria, pero
alguno queda, cuando los Viernes por la noche, mi hermana Silvia y yo sentados
sobre cojines en el suelo (porque estaba frío) frente aquella televisión
“catódica”, nos quedábamos inmóviles ante la tele, mientras mi padre se
apresuraba a preparar el video “betamax”
para darle al “rec” en cuanto sonara
la música de cabecera de El Hombre y la
Tierra. Lo de grabar hace 30 años tenía su aquel…el reto era grabar
documentales y pelis quitando los anuncios, así que no te podías ir ni a mear
porque no sabías lo que duraban, no como ahora que sale un count-down cada vez
que te ponen publicidad durante un programa o una películas. Tu dedo, tenía que
permanecer atento al lado del botón rojo del rec del vídeo para pulsarlo en cuanto comenzar. ¡Qué historias!, ¡cuantos recuerdos!…3 personas pendientes de un botón, jejeje.
Las viejas cintas de vídeo en formato beta. |
Muchas veces después, muchas tardes de mi infancia y
juventud, tiraba de estas cintas beta para ver Los Señores del Bosque, Los
Pequeños Matadores, El Último Lince, El Macho Montés, El Buitre Sabio, Taiga El
Azor, y un largo, larguísimo etcétera de títulos que nunca
olvidaré…Raro es, que esas cintas no dejaran de funcionar por su uso y de las
cuales aún se conservan algunas. No obstante, y por si las moscas, hace algunos
años me hice con la colección completa de El Hombre y la Tierra en DVD, toda la
obra completa digitalizada y restaurada tanto en imagen como en sonido. Otra
opción más es utilizar el canal documental a la carta de RTVE que le dedicó
esta cadena en su 30 aniversario de su muerte.
Creo que parte de lo que soy, una parte muy importante de mi
personalidad, de mi espíritu aventurero, de buscar, de explorar, de mi pasión
por la Naturaleza y los animales se lo debo a Félix y su obra. Para mí ha sido,
es y será El Gran Maestro de la Naturaleza. Su obra, es la Obra de la
Naturaleza Ibérica más importante jamás producida, no sólo son capítulos de
animales, no sólo son videos de la vida que vive en el monte mediterráneo, son
una magnífica forma de educar y concienciar a los más pequeños con la voz
profunda y penetrante de un maestro de la lengua castellana, la pura esencia del
buen orador, la pasión de una persona que amaba la vida. Dejémonos embaucar con su impecable y riquísimo vocabulario,
explicándonos que cada lobo, cada ratón, cada oruga tiene su sitio y su papel
en el complejo sistema de El BosqueMediterráneo.
35 años después, la huella de Félix sigue en mí... más viva que nunca.
©Emilio J. Orovengua