miércoles, 15 de marzo de 2006

FAUNA MEDITERRÁNEA IV : RAPACES

Distinguibles a varios cientos de metros de altura, estas grandes aves nos asombran con su imponente estampa de grandes cazadoras, pero sólo algunas, ya que las formas más grandes que podemos observar en nuestros cielos corresponden a dos especies necrófagas o carroñeras : el Buitre Leonado (Gyps fulvus) y el Buitre Negro (Aegypius monachus).


Son, las rapaces, las aves que más admiración suscitan entre la gente y a menudo esta admiración se ha tornado en envidia, lo que ha provocado que muchas de ellas hayan sido perseguidas hasta casi su extinción, tal es el caso del Águila Imperial (Aquila adalberti).

Dada la riqueza ecológica del monte mediterráneo, las rapaces han elegido a éste como lugar de cría durante cientos de años. Ya sea porque el ecosistema mediterráneo (sus árboles) sean un lugar seguro y a buen recaudo para nidificar, o por tener éste amplias zonas de caza, como son las dehesas. Por esta y por muchas otras razones el bosque mediterráneo ha sido, es y será el mejor lugar para que estas magnificas aves perpetúen su especie. Y como no podía ser de otra forma, mucha culpa de que exista tanta riqueza en rapaces en este ecosistema la tiene un roedor, lagomorfo, llamado en términos zoológicos Oryctolagus cunniculus, ¡vamos ! el conejo de toda la vida que es pilar básico donde se sustenta todo el ecosistema mediterráneo, siendo esta la especie preferida de depredadores tanto alados como terrestres.


Las rapaces mediterráneas las podemos desgranar en 2 grandes grupos, dependiendo de la parte del día en la que son activas y desarrollan habitualmente su vida, es decir, si son Diurnas o Nocturnas :


DIURNAS. Todas las especies de rapaces diurnas se agrupan en una única familia la de los Falconiformes. Aquí se incluyen todas las Águilas, los Buitres, Milanos, Halcones y algunas especies de rapaces forestales como es el caso del Azor (Accipiter gentilis). Se caracterizan por tener picos poderosos y ganchiformes en la punta de los mismos para desgarrar a sus presas y garras con una musculatura bastante desarrollada, con uñas curvadas y afiladas que utilizan para dar muerte al animal apresado cuando éstas presionan y las clavan en su cuerpo, todas excepto las carroñeras. Pero si hay algo que sorprende a los estudiosos de este bellas aves, eso es su vista, o mejor dicho, su poderosa vista, ya que cuando un Aguila Real es capaz de ver una liebre a 3 kilómetros de distancia no es que sea una visión normal la que tiene este “pájaro”. Pero ahí no queda todo, la palma se la llevan los halcones que según los datos científicos recogidos de estas rapaces cuando cazan, a parte de que algunas especies alcanzan los 350 Km/h en vertiginosos picados, llegan a dar caza a presas que se encuentran a más de 8 kilómetros de distancia, por supuesto con una óptica a todo color. Las rapaces tienen en común con nosotros que su visión es binocular, es decir, los ojos están situados en la cara, ambos mirando al frente, como ocurre en la mayoría de los depredadores. Por el contrario, ellas no pueden mover sus ojos de la órbita ocular, nosotros sí, pero eso es algo que la evolución ha subsanado dándole gran movilidad a sus cuellos. Esta virtud oftalmológica no es única del Aguila real o de los Halcones, sino que se extiende por toda esta familia de aves...,los buitres quizás no vean su presa a tanta distancia , y si lo pensamos, ellos realmente no lo necesitan ver una presa móvil, pero sobrevolando un terreno una altura de unos 2 kilómetros sus ojos son capaces de aumentar y ampliar una determinada zona del terrreno donde busca el alimento hasta 2,5 veces, llegando al punto de no sólo ver objetos o alimento a larga distancia, sino de verlos con una nitidez y una resolución que muchas marcas de videocámaras y cámaras fotográficas ya quisieran para sus productos.


Se puede decir, sin ningún tipo de duda, que los cielos extremeños están entre los mejores para la observación de estas aves. Por encima de nuestras cabezas, en nuestro pueblo, y una vez entrada la primavera, vuelan planean y realizan multitud de piruetas rapaces tan familiares como el Cernícalo Vulgar o el Primilla, el Milano Negro y también el Real, que son fácilmente observables sobre todo a partir del medio día.
Pero si lo que queremos ver son a las más grandes de esta gran familia tenemos que alejarnos de la urbe y adentrarnos en el monte mediterráneo, en éste y con algo de suerte, podremos llegar a ver las formas más grandes de la avifauna mediterránea : los Buitres, tanto el Leonado como el Negro ya que son compañeros de viaje en su búsqueda incesante de comida y que con sus casi 3 metros de envergadura, sus 12 kilos de peso y su metro de altura son distinguibles a varios cientos de metros del suelo. Y hablando de carroñeros no nos podemos dejar atrás al Alimoche, un pequeño “pájaro” similar en tamaño y envergadura a un cuervo, inconfundible por su faz totalmente amarilla y sus colores blanco y negro y que desde el suelo nos da la sensación de estar viendo una cigüeña mucho más pequeña de lo que debiera.


Pero esto no acaba aquí...en el encinar y alcornocal mediterráneo hay especies de rapaces tan importantes y bellas como son las Aguilas Calzadas, Culebreras, Perdiceras, Ratoneros y dos de las especies más sobresalientes de la Península Ibérica : el Aguila Real y la magnifica Aguila Imperial. No es vano decir que todas ellas han sido perseguidas durante décadas por haber sido consideradas como alimañas para la caza y la ganadería, hoy en día la mentalidad parece que está cambiando y nos estamos dando cuenta de que lejos de ser dañinas para el campo, son beneficiosas para la agricultura e incluso para la gestión cinegética, ya que su función en el monte mediterráneo esta enfocada hacia la regulación del régimen ecológico que gobierna y que este no se vea alterado en demasía.


A excepción de la Culebrera, cuya dieta se basa principalmente en reptiles, todas las demás tenían como pieza fundamental en su dieta al Conejo de monte, y tan importante era, que componía un porcentaje bastante alto en la biomasa ingerida por cada una de estas rapaces. A continuación adjunto algunos datos presentados en el Congreso Mundial sobre Lagomorfos de 1979 :
· Ratonero, un 46% de su dieta
· Aguila Perdicera, un 57% de su dieta
· Aguila calzada, un 31% de su dieta
· Aguila Real, un 70% de su dieta
· Aguila Imperial, un 58% de su dieta


Hoy en día, posiblemente, estos porcentajes se hayan reducido a la mitad, ya que la abundancia del conejo es mucho menor ahora que por aquel entonces, y por esta causa, muchas de ellas han ampliado su espectro alimenticio y dar caza a aves de pequeño porte, anfibios, reptiles, peces, carroña e incluso invertebrados para asegurarse su supervivencia. En cambio otras especies eran y son tan especialistas en su caza y dependen de tal forma de los conejos que al disminuir las poblaciones de estos roedores, disminuyeron también sus poblaciones, este es el caso del Aguila Imperial.


Respecto a las poblaciones de rapaces en la Península Ibérica, existe grandes diferencias dependiendo de la especie y la capacidad que ésta ha tenido para adaptarse a un paisaje y ecosistema cambiante, provocado, est4e cambio, el gran medida por la acción del Hombre. Estos son algunos datos aproximados sobre las poblaciones (en parejas censadas nidificantes) de esta avifauna diurna :
· Aguila Calzada 950
· Aguila Perdicera 700
· Aguila Real 1.200
· Aguila Imperial 150
· Aguila Culebrera 3.000
· Ratonero 4.000
· Buitre Negro 750
· Buitre Leonado 3.500
· Alimoche 1.500
· Milano Real 10.000
· Milano Negro 20.000
· Cernícalo Vulgar 30.000
· Cernícalo Primilla 30.000


Otras especies más raras de ver son el Azor, el Gavilán, el Aguilucho Cenizo y el Lagunero, varias especies de Halcones o el Elanio Azul, este último se encuentra según los expertos en expansión en la Península.


NOCTURNAS. Las rapaces nocturnas son los reyes (o las reinas) indiscutibles en la penumbra y en crepúsculo del bosque mediterráneo. Los búhos y ,en general, todas la nocturnas como Lechuzas, Cárabos, Autillos o los Mochuelos carecen del movimiento en su globo ocular. Para que esto no fuera un problema a la hora de alimentarse y cazar, la Naturaleza les proporcionó unos grandes ojos, pupila y cristalino, y de una serie de sistemas fisiológicos y ópticos especiales para captar la mayor cantidad de luz en la noche más oscura y ,además, de un cuello tan flexible que puede girar 270º sin mover para nada su cuerpo. Pero, si a todas estas capacidades, le añadimos un finísimo oído y un vuelo inaudible para casi todos los animales, gracias a sus plumas sedosas para evitar el rozamiento con el aire, tenemos ante nuestros ojos a un ser cazador transformado en la máquina más perfecta y mortífera para la caza en el silencio y la tranquilidad de la espesura.


Por encima de todas ellas destaca su majestad en Búho Real (Bubo bubo) que con casi sus 2 metros de envergadura es la mayor de la familia de las nocturnas. Se puede decir que este cazador de la noche se alimenta de casi todo, y lo digo porque puede dar caza a cualquier desafortunado animal que se cruce en su camino, desde micromamíferos como son el conejo, ratas, ratones, topillos, lirones,......aves como urracas, palomas, cornejas, patos......reptiles de cualquier tipo y forma......y lo que es más sorprendente dar caza también a jinetas, garduñas, meloncillos y gatos domésticos, atreviéndose incluso con las grandes Aguilas.


Los censos estiman que las poblaciones rondan las 2.000 parejas en España y sus principales amenazas son, como en la mayoría de las rapaces, su caza ilegal, los atropellos en la oscuridad, expolio de nidos y ¡¡como no !! los tendidos eléctricos.


Espero con este documento haber resaltado o arrancado un poco más de admiración hacia estas bellas y espectaculares aves tan peculiares, e intentando que ,de una u otra forma, se respeten y ayudemos en su conservación, ya que no hacen ningún tipo de daño a nada ni a nadie. Esto último va sobre todo para aquellos cazadores que tienen la desfachatez y la poco conciencia ecológica que son capaces de llegar a disparar a estas hermosas aves, sabiendo (o no) que para nada dañan las poblaciones de piezas cinegéticas y que ,al contrario, resultan beneficiosas para la misma (como es el caso de Búho Real), ya que muchas las crías de nuevas de zorros, garduñas, jinetas o meloncillos acaban en la “barriga” de muchas de estas rapaces.

©Emilio J. Orovengua

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