martes, 29 de mayo de 2012

REDUCIR EL CONSUMO EXCESIVO, CLAVE PARA RESOLVER LA CRISIS MUNDIAL MEDIOAMBIENTAL


Alcanzar la equidad en un mundo limitado implica cambios drásticos en el estilo de vida de las clases más acomodadas, así como en los modelos de desarrollo de los países pobres. Culpar a las personas más pobres del planeta por la crisis global del medio ambiente, mientras se ignora el coste del consumo excesivo de las clases medias del mundo, es una enorme injusticia.


Cuando hablamos del impacto del ser humano en la crisis medioambiental, muchos piensan automáticamente en las altas tasas de natalidad de los países en desarrollo o en las malas prácticas de los colectivos vulnerables con respecto a la explotación del medio ambiente para su supervivencia. Raramente cuestionamos el consumo excesivo de los países desarrollados, que es realidad la principal causa del cambio climático y de otras crisis ambientales globales.


Se trata de un error peligroso, ya que desvía nuestra atención del verdadero foco del problema: si no frenamos el consumo descontrolado de las clases medias y altas del mundo, transformando sus economías para que sean verdaderamente sostenibles y justas, este consumo excesivo agotará el planeta a un ritmo vertiginoso” indica Isabel Ortigosa, responsable de Incidencia de InspirAction. “Río+20 es una oportunidad para plantearnos la legitimidad de este modelo y la necesidad de un cambio. Con campañas como Rumbo a Río, las organizaciones de la sociedad civil exigimos a los líderes mundiales que actúen ya para hacer realidad este cambio”.

El patrón de consumo tradicional de la población de los países ricos y de las clases medias de los países en desarrollo provoca gran parte de la degradación de los recursos naturales que se dan en el mundo. Nuestro planeta es cada vez un lugar más hostil para millones de personas en todo el mundo, especialmente los más pobres, que son los que más sufren el impacto del deterioro del medio ambiente. El 20 % más rico de la población mundial consume  el 80 % de los recursos. Actualmente estamos utilizando un 50 % más de recursos naturales de los que la Tierra puede soportar, con impactos devastadores sobre la naturaleza y el acceso a la alimentación, el agua, la tierra y la energía.

Cada vez más, asistimos impotentes a una apropiación de los recursos naturales por parte de los países ricos, de la población rica de los países en desarrollo y de las empresas privadas”, indican desde InspirAction. “El control del agua, de los bosques, de la pesca, de los minerales y de los combustibles fósiles, está cada vez en menos manos. Esto está produciendo un impacto desolador sobre las personas más pobres y sobre el planeta”.

Paradójicamente es a este estilo de vida consumista al que aspiran muchas personas pobres, porque parece que ofrece un nivel de vida y bienestar al que todos deberían tener acceso.

Si queremos alcanzar la equidad en un mundo limitado implica cambios drásticos en el estilo de vida no podemos dejar pasar oportunidades como la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que se celebrará en Río de Janeiro a partir del 20 de junio, si quiere avanzar hacia un cambio social que reduzca nuestra huella ecológica, apoyando a los países más pobres a desarrollarse con un modelo bajo en carbono y respetuoso con el medio ambiente.

Artículo cortesía de InspirAction

sábado, 19 de mayo de 2012

LOS TIGRES ESTÁN AMENAZADOS.


tigre de frente
Los tigres han perdido el 93% de sus áreas de distribución histórica, continúa a gran escala la destrucción del hábitat y una depresión de las áreas de presas. Estas son las principales causas de amenaza a largo plazo para la existencia de los tigres en la Naturaleza.

Durante las últimas décadas, su hábitat ha sido destruido y degradado por la actividades humanas, principalmente la tala de los bosques para la agricultura, el comercio de la madera y el desarrollo de la construcción de carreteras.

En los últimos 10 años, el hábitat de los tigres disminuyó en un 45% y, hoy en día, los tigres ocupan sólo el 7% de su área de distribución histórica. Esta pérdida extensiva del hábitat y su rotura ha obligado a los tigres a vivir en las pequeñas y dispersas islas de hábitat restante, 

Los tigres necesitan grandes territorios, por lo que su hábitat reducido significa que menos tigres pueden sobrevivir en la Naturaleza. Además, las poblaciones aisladas son más susceptibles a la endogamia, y las pequeñas islas de hábitat son más accesibles para los cazadores furtivos que las grandes extensiones de bosques naturales.

Los tigres han sufrido junto con  la pérdida de su hábitat natural la pérdida de sus presas, por ejemplo, los ungulados salvajes como ciervos.


 Artículo cortesía de Tigrepedia