martes, 22 de julio de 2008

VIDA URBANA

Con el aumento de la población humana, la cual se cifra en 6.600 millones de habitantes, la superficie de la Tierra ha ido progresivamente cubriéndose de pueblos y ciudades. Este entorno construido tiene que identificarse ahora con animales y plantas. Los animales se han aprovechado de este hábitat peculiar, que constituye una mezcla curiosa de especies. Ratas, ratones, murciélagos, lechuzas, zorros, gorriones, golondrinas y multitud de clases de insectos han sacado provecho de una amplia gama de comida, refugios y subsistencia, ya que cada animal se ha adaptado para aprovechar de una manera u otra diversos recursos superfluos al hombre. Los inconvenientes de la vida urbana son claros: carencia de vegetación, máxima interferencia con los humanos, contaminación, y un largo etcétera. La ventajas no son tan obvias: nuevos recursos y nuevas fuentes de alimento.

Para algunos animales la utilización de la ciudad es casual, para otros es cuestión de preferencia. El avión común sólo anida en edificios y algunos determinados tipos de ratones sólo se hayan en el hábitat humano.

Las poblaciones urbanas almacenan gran cantidad de comida y tiran gran cantidad de desechos comestibles. Estas dos fuentes alimenticias son aprovechadas por los animales que habitan en las ciudades y pueblos como cucarachas, gorgojos, ratas, ratones, escarabajos, etc. Aunque a veces son considerados como plagas, estos no hacen otra cosa que utilizar lo que nosotros desechamos como basura.

Además de abastecer e estos animales de comida, las ciudades también los proveen de otros tipos de protección, como por ejemplo, en climas de temperatura fría los protegen del clima invernal. Otros encuentran su paraíso en las calles de las ciudades, donde, debido a fugas de calor provenientes de edificios colindantes hace menos frío que en los campos limítrofes. Un ejemplo claro de que las ciudades sirven de cobijo lo tenemos en Londres, donde allá por 1968 un estudio demostró que después de un mes frío y con nieve, los mirlos pesaban un promedio de 140 gramos, mientras que el peso de sus vecinos silvestres en el bosque cercano era de 80 gramos.

Estos son algunos de los animales que podemos encontrar en el hábitat humano, es decir, en pueblos y ciudades:
- La Araña Doméstica, que caza insectos mediante su tela de araña colocada en cualquier esquina de una simple ventana o en alguna rinconera.
- Los Murciélagos, que pasan la noche en la parte alta de los edificios, junto a los alumbrados, nutriéndose de insectos que deambulan por allí.
- El Zorro, oportunista habitual que lo podemos encontrar en las basuras y los vertederos.
- La Rata Común, que vive en las cloacas, sótanos o en cualquier otro lugar donde tenga algo que llevarse a la boca.
- Gorriones, Vencejos, Aviones y Golondrinas, que utilizan los tejados y la cornisas para anidar.
- Pulgas, Carcoma, Hormigas y Moscas, que conviven con el hombre en el interior de los edificios.

©Emilio J. Orovengua

domingo, 6 de julio de 2008

HORMIGAS: TRABAJADORAS POR NATURALEZA

Granito a granito, hojita a hojita, bichito a bichito…y un sin fin de sustancias más que estas trabajadoras incansables acarrean desde cualquier lugar hasta su hormiguero.

El trabajo de las hormigas podríamos compararlo con el trabajo que se realiza en las grandes industrias, donde las hormigas serían los camiones de transporte y la industria su enorme y laberíntico hormiguero estructurado jerárquicamente, donde cada semilla, cada huevo, cada larva es situada en un determinado y específico lugar de esta magnífica construcción subterránea .

Puede que la anterior comparación sea algo confusa, pero ¿quién se fijó en quién?. Si buscamos un poquito en la insólita y fascinante Naturaleza, nos daremos cuenta que todo aquello que rodea al hombre, no es sino una mera copia de la Madre Naturaleza.

Describir a estos maravillosos y casi inmortales seres es realmente difícil, no basta con decir que son unos diminutos bichitos que la mínimo descuido se nos han metido en el pan o se están comiendo ya las magdalenas. La vida de las hormigas es mucho más compleja que todo esto, es el día a día, la lucha por la supervivencia, la obligación de encontrar comida para continuar existiendo, la lucha contra las inclemencias ( sean del tipo que sean).

Con una armónica organización casi perfecta, mucho mejor que la de los humanos, en la que cada uno de sus miembros que componen una comuna de este tipo sigue una estricta y dedicada obligación sin que, ni por un momento, esta organización se rompa. En cada hormiguero existe una o varias reinas cuya función es la de ser fecundada y poner huevos que más tarde darán lugar a pequeñas larvas que tras sufrir una metamorfosis se convierten en ninfas y luego en insectos adultos. Se distinguen también los soldados y las obreras a las cuales se les asignan diversas actividades como la construcción del hormiguero, cuidado y alimentación de la prole, recolección de comida y defensa del hormiguero, y por último un tercer tipo que son las hormigas sexuadas o machos (también llamados hormigones) que están alados durante el periodo nupcial y cuya obligación es fecundar a la reina. De esta manera este ejército es renovado cíclicamente.

Muchas veces nos habremos sentido incómodos con su presencia, pero tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de una de los seres más fuertes del mundo (respecto a su morfología, volumen y estructura) pudiendo levantar 100 veces su propio peso, eso sí, con el permiso de los escarabajos que llegan a levantar 850 veces su propio peso ¡¡todo un record!!

Y nada mejor para finalizar este artículo que una frase de Benjamín Franklin que habla por si sola: NADIE PREDICA MEJOR QUE LA HORMIGA, Y NO HABLA.


Emilio José Orovengua López