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martes, 11 de noviembre de 2014

ANIMALES SALVAJES CON SOBREDOSIS DE FÁRMACOS.

A nadie se le ocurriría suministrarle un antidepresivo a un pez de río, ni un antiinflamatorio a un ave rapaz salvaje sana, pero eso es lo que ocurre cuando se ‘medicaliza’ el medioambiente. Vertebrados silvestres, aves y mamíferos se intoxican si se les expone a productos farmacéuticos de uso humano y doméstico.
Se ha observado la feminización de los machos de varias especies de peces en aguas contaminadas con hormonas sexuales
En España, uno de los ejemplos más destacados es la reciente aprobación en 2013 del uso de un fármaco, el diclofenaco, para el tratamiento de las dolencias del ganado. El mismo medicamento ha provocado la prácticaextinción de buitres en la India que carroñaban las vacas muertas tratadas con esta sustancia.
Es bien conocido también el efecto que han tenido los estrógenos sintéticos usados en píldoras anticonceptivas al llegar a través de las aguas residuales a los ríos. Los científicos probaron una feminización de los machos de varias especies de peces en aguas contaminadas con hormonas sexuales. Alguno de estos estudios se realizó en España.
Rafael Mateo Soria, del grupo de toxicología de vida salvaje del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), explica a Sinc: “A través de los vertidos residuales urbanos llegan muchos tipos de fármacos a las cuencas fluviales y humedales que pueden afectar a la vida acuática”.
En un total de 17 artículos que publica la revista Philosophical TransactionsMateo y varios grupos de investigación de Reino Unido, EE UU, Canadá y España aportan datos y experiencias que abordan la complejidad logística y ética que supone afrontar este problema.
En España se encuentran más del 95% de los buitres europeos, que ahora corren riesgo por el diclofenaco. / Rafael Mateo Soria.
En España se encuentran más del 95% de los buitres europeos, que ahora corren riesgo por el diclofenaco. / Rafael Mateo Soria.
“La dosis hace el veneno”, decía Paracelso
Un abismo separa al fármaco y el veneno, que suele ser mortal en una determinada proporción, y no tiene ninguna función terapéutica. Sin embargo, al igual que cualquier sobredosis en humanos, los medicamentos también pueden ser letales en la naturaleza. El médico suizo Paracelso decía en su obra Trilogía: "¿Hay algo que no sea veneno? Todas las cosas son veneno, y no hay nada que no lo sea. Solamente la dosis determina que una cosa sea o no veneno”.
Los investigadores que han estudiado las consecuencias del diclofenaco en aves carroñeras lo dejan claro: “Losbuitres que lo ingieren se deprimen y entran en letargo, a menudo les cuelga la cabeza. Después, en un plazo de entre 24 y 48 horas mueren. En la necropsia aparece siempre gota grave en sus vísceras; las aves mueren de insuficiencia renal”, declara a Sinc Mark Taggart, científico del Instituto de Investigación Medioambiental (ERI, por sus siglas en inglés), que acaba de volver a Reino Unido desde la India, donde ha estado analizando precisamente muestras de diclofenaco.
“Los buitres que ingieren diclofenaco se deprimen, entran en letargo y mueren en 8 horas", explica Mark Taggart
Las aves carroñeras consumen los fármacos a través de la carne de animales muertos procedentes de la ganadería. Es tan letal que una pequeña cantidad puede matarlas. “Como todas las sustancias tóxicas, la mortalidad depende de la dosis, pero en el 50% de los buitres, esta es muy baja. Un ejemplo: solo de 0,098 a 0,225 mg por kilo de peso corporal supone la muerte del buitre dorsiblanco bengalí (Gyps bengalensis)”, argumenta Taggart. 
“Lo recomendable es no caer en los errores de la India y otros países asiáticos, que se han quedado casi sin estas rapaces, más cuando sabemos que existen alternativas poco tóxicas, como el meloxicam”, enfatiza Mateo Soria. “Lo normal –añade– sería retirarlos”.
El investigador de Reino Unido opina igual: “La aprobación de este fármaco en la ganadería ha sucedido por un vacío en las normas de concesión de las licencias europeas. Creo que es una decisión muy desafortunada. La UE está ahora reconsiderándola, ya que en España se encuentra más del 95% de los buitres europeos, que ahora corren riesgo. Sabiendo lo que ha pasado en la India, me parece irresponsable”.
Un estudio publicado recientemente por este y otros investigadores, a partir del análisis del hígado de más de 6.000 cadáveres de ganado, demuestra que la prohibición del uso de diclofenaco en la India redujo la presencia de esta sustancia en un 50% entre 2005 y 2009 en las reses, y un aumento del meloxicam en un 44% (la alternativa más segura). Sin embargo, el uso ilícito persiste, ya que cerca del 10% de las muestras dio positivo en 2009.
Una muerte marcada por la especie
En España ya se ha detectado un caso de intoxicación de un buitre en Córdoba por otro antiinflamatorio, elflunixin. El riesgo está muy presente. “Contenía niveles elevados en sus tejidos y también presentó gota visceral grave. La conclusión más probable es que murió después de alimentarse de un cadáver medicado con flunixin. Sabemos que este medicamento puede ser tóxico para pájaros carroñeros, pero este parece ser el primer caso claro”, asume Taggart, que también hizo los análisis del buitre de Andalucía.
Buitre intoxicado en Córdoba por flunixin en la mesa de autopsias. / Mark Taggart,
Buitre intoxicado en Córdoba por flunixin en la mesa de autopsias. / Mark Taggart,
El flunixin no estaba catalogado como letal para estas rapaces. Según comenta a Sinc Jaume Martorell Monserrat, científico del departamento de medicina de cirugía animal de la Universidad de Barcelona, “produce efectos tóxicos en el riñón y gastrointestinales, pero depende de la dosis ingerida”.
En 2007 la revista Veterinary Record publicaba un estudio sobre los efectos de este antiinflamatorio en periquitos. Las muestras de sangre que recogieron en el experimento –realizado en un total de 64 aves jóvenes y sanas– indicaron que esta especie no sufre ningún tipo de daño renal después de un tratamiento con flunixin durante siete días. Estudios previos habían demostrado que, en un mismo período de tiempo, dosis mínimas sí causaban lesiones en codornices (Colinus virginianus) y la muerte en grullas siberianas (Grus leucogeranus).  
Los estorninos que toman Prozac dejan de alimentarse lo suficiente para aguantar el frío del invierno
Esto hace suponer a los investigadores que también hay que tener en cuenta las especies, que responden de manera diferente al mismo fármaco, y no solo la dosis. 
Otro problema español que está documentado es el de los buitres y quebrantahuesos del Pirineo expuestos a antiparasitarios externos de forma muy continua a través del consumo de restos de ovino.
“Estos tratamientos afectan al sistema nervioso, y en exposiciones a bajas cantidades pueden causar hipotermia. Es algo preocupante en especies como el quebrantahuesos, porque comienzan su nidificación en la alta montaña en pleno invierno”, argumenta Mateo Soria.
Antidepresivos en el agua, aves sin apetito
Durante la estación invernal, el famoso antidepresivo Prozac complica también la vida de las aves. Kathryn Arnold, del departamento de medioambiente de la Universidad de Nueva York (EE UU) –que ha sido la encargada de coordinar y editar el especial publicado en Philosophical Transactionslidera un estudio sobre este medicamento.
Arnold expone a Sinc el trabajo realizado en el norte de Inglaterra: “Alimentamos a estorninos con concentraciones muy bajas de Prozac durante seis meses, imitando los niveles que están consumiendo los animales que se alimentan de aguas residuales durante el invierno en la naturaleza. Los principales efectos que observamos fueron en la alimentación”.
En este período, las aves sanas deben nutrirse de manera adecuada en la mañana para reponer su energía, debido al frío durante todo el día. Antes de acostarse, tienen que cenar copiosamente para soportar las largas noches invernales. “En cambio –añade la científica– las aves que habían recibido Prozac se alimentaron menos y no mostraron los picos en la alimentación de la mañana y la tarde”.
Los investigadores no están seguros todavía de si estos efectos tienen consecuencias a largo plazo, pero su preocupación son los riesgos que corren durante esta estación si les falla el alimento. Además, este problema es extrapolable a todas las aves que beben aguas contaminadas.
Pez capturado para el análisis de fármacos. / Sara Rodríguez Mozaz
           Pez capturado para el análisis de fármacos. / Sara Rodríguez Mozaz
Peces de río bajo los efectos de inflamatorios
En los peces también se ha comprobado que los psicotrópicos alteran su comportamiento, lo que les puede provocar dificultades para desenvolverse con normalidad en el medio salvaje, por ejemplo, a la hora de defenderse de sus depredadores.
“Se está investigando el efecto que la presencia de ciertas drogas psiquiátricas pueden tener en los peces en cuanto a la alteración de su comportamiento, y que podrían llegar a afectar de diversas maneras al ecosistema acuático. Se espera que en los próximos años tengamos conclusiones al respecto”, puntualiza a Sinc la investigadora Sara Rodríguez Mozaz, del Instituto Catalán de Investigación del Agua, que participa en la Red Europea sobre Contaminantes Emergentes en el medio ambiente.
En los peces también se ha comprobado que los psicotrópicos alteran su comportamiento
La científica apunta que los fármacos detectados en los peces de río de la península ibérica pertenecen a diferentes tipos de grupos terapéuticos, desde inflamatorios y drogas psiquiátricas a fármacos betabloqueantes. “Es difícil evaluar cuáles son los más dañinos porque no puede separarse del efecto combinado de otros contaminantes químicos presentes en el medio acuático. En cualquier caso, cabe destacar la presencia del diclofenaco en varios de los peces analizados, especialmente en aquellos cerca de las plantas depuradoras”.
Pero ahí no acaba la lista. Medicamentos antihipertensivos –que reducen la presión arterial– han llegado a encontrarse en depredadores de peces, como nutrias o águilas pescadoras, “aunque los efectos que pueden tener sobre su salud están menos estudiados”, añade Mateo Soria.
Existen aún muchas incógnitas sobre los riesgos de los productos farmacéuticos en el medio ambiente, en la vida silvestre y en los ecosistemas. Los científicos son conscientes y se afanan en recopilar datos del pasado y actualizarlos con nuevos estudios. Sin embargo, su trabajo está incompleto si los administradores legales no toman el testigo y convierten estas evidencias en instrumentos para que las especies en peligro no acaben en la mesa de autopsias.
Fuente: SINC

miércoles, 5 de marzo de 2014

UN FÁRMACO VETERINARIO AMENAZA LA SUPERVIVENCIA DE NUESTRAS NECRÓFAGAS

La población de buitres españoles está seriamente amenazada por la aprobación del uso veterinario de dos productos (Diclovet y Dolofenac) que contienen diclofenaco, un antiinflamatorio y analgésico. Esta es la alerta de un grupo de investigadores del  Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), la Estación Biológica de Doñana, ambos del CSIC, la Universidad de Lleida y la Universidad Miguel Hernández  que hace pública en la revistaConservation Biology.

El uso de diclofenaco en tratamientos veterinarios provocó la práctica extinción de varias especies de buitres en el subcontinente indio. Los cadáveres de ganado tratados con diclofenaco que eran ingeridos por los buitres les provocaban la muerte inmediata por fallos renales.  
Un modelo demográfico sugiere que menos de un 1% de cadáveres con presencia de diclofenaco fue suficiente para provocar la práctica extinción de los buitres en la India. Varios millones de buitres murieron entre 1990 y 2000, con declives poblacionales cuantificados entre un 95% y un 99%. La consecuencia más inmediata fue la proliferación de ratas y perros, y el problema sanitario derivado de la acumulación de cadáveres. En 2006 el uso de diclofenaco se prohibió en muchos países asiáticos.
Menos de un 1% de cadáveres con presencia de diclofenaco fue suficiente para provocar la práctica extinción de los buitres en la India.
“Es de vital importancia que, siguiendo el principio de precaución, se proceda a la inmediata prohibición del uso veterinario del diclofenaco  para evitar gravísimas consecuencias en las poblaciones de buitres y el funcionamiento de los ecosistemas en España”, alerta el investigador del MNCN Guillermo Blanco.
España alberga más del 90% de la población europea de aves carroñeras (buitre leonado, buitre negro, alimoche y quebrantahuesos). Los carroñeros son piezas claves del ecosistema y verdaderos aliados de los ganaderos ya que se encargan de eliminar los cadáveres que de otra forma se convierten en focos de infección y enfermedades.
En 2001 el brote de encefalopatía espongiforme bovina (o enfermedad de las vacas locas) provocó que la UE prohibiera dejar estos cadáveres en el campo y obligara a destruirlos o reutilizarlos en instalaciones autorizadas. La medida causó un importante déficit en la alimentación de los buitres que tuvo consecuencias demográficas y comportamentales.
“Es de vital importancia que se proceda a la inmediata prohibición del uso veterinario del diclofenaco"
La presión de ganaderos, gestores y científicos ha permitido que en los últimos años se flexibilizara la normativa sanitaria. En 2011 se produjo un avance  en este sentido con la aprobación del Real Decreto 2632/2011 de 14 de noviembre, que permitía  abandonar los cadáveres en el campo.
Con el retraso en el cumplimiento de este Real Decreto y la aprobación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios del uso del diclofenaco para el tratamiento de ganado en España, la amenaza sobre las poblaciones de aves carroñeras es cada día mayor.
Referencia bibliográfica:
Antoni Margalida, Josá A. Sánchez-Zapata, Guillermo Blanco, Fernando Hiraldo y José A. Donázar. (2014) "Diclofenac Approval as a Threat to Spanish Vultures". Conservation Biology 
FUENTE: SINC

lunes, 28 de junio de 2010

¡PELIGRO! VENENO SUELTO

En el Año Internacional de la Diversidad Biológica, y con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, es esperable abordar los grandes problemas que afectan a la pérdida masiva de especies: cambio climático, contaminación química, sobreexplotación de recursos, transformación del hábitat, todos ellos crecen a medida que aumentamos en población y recursos disponibles por habitante. 


Pero no quiero enfrascarme en grandes objetivos. Antes bien, destapar y servirles en bandeja veneno, eso sí, envuelto en un albóndiga de carne fresca. ¡Glups! Un cierto malestar surge de solo imaginarlo, un sinónimo de muerte, lo sé. 

Espero no pierdan esta reacción visceral de rechazo a lo largo del artículo, pues es necesaria esa tensión para no olvidar a un asesino que campa por nuestros campos, esperando a su víctima de modo silencioso, sin prisa, sin pausa, como una mina, en una forma de actuar a la que no encuentro argumentos para diferenciarla del terrorismo, de esa forma indiscriminada de actuar frente al inocente, frente a las especies silvestres y domésticas que estamos perdiendo por algo absolutamente absurdo. No es algo exclusivo de la caza, pero está ligado en gran medida a ella. 

La problemática del veneno es una de las principales amenazas a la conservación de las especies amenazadas, frecuentemente aquellas situadas más arriba en la pirámide alimentaria. Su uso en gestión cinegética, junto a otros métodos de destrucción masiva o no selectiva para el control de predadores, está tipificado como delito en el artículo 336 del Código Penal y castigado con pena de prisión de 4 meses a 2 años o multa de 8 a 24 meses, y en todo caso inhabilitación especial para el ejercicio de cazar o pescar por tiempo de uno a tres años. Pero sigue usándose en España, y en nuestra región donde, como ejemplo, en un coto dentro de una ZEPA se encontró un número de cadáveres de águila perdicera equivalente a una generación mundial de este ave en la que tanto Europa como nuestra Región están gastando ingentes recursos económicos para su recuperación. No es admisible. ¡Y es un delito! 

Es un problema complejo cuyos orígenes radican en la percepción, real o imaginada, de un perjuicio económico por parte de ciertas especies contra las que se pretende actuar. Los cotos de caza intensivos intentan maximizar beneficios, es lógico, pero no puede ser a costa de las otras especies que también cazan. Es la manera barata y torpe de actuar contra ellas, porque mucho antes que recurrir a una extracción selectiva de individuos predadores, una gestión cinegética de calidad debería basarse en maximizar la productividad del hábitat mediante medidas que favorezcan a las especies cazables, fomentando las reservas genéticas de especies propias, abandonando a las perdices de 'bote' (criadas en granja), limitando la cantidad de caza según los recursos cinegéticos, censando predadores y presas, estudiando el hábitat, invirtiendo recursos. La predación se produce de modo continuo en la naturaleza y algunos predadores se alimentan de las especies de caza menor, y tienen derecho a hacerlo, porque las leyes, la que nos hemos dado los ciudadanos y la de la Naturaleza, así lo dicen. Y porque con ello ayudan a mantener sanas las poblaciones de presas, la productividad del acotado y la diversión del cazador. Ponga un águila perdicera en su coto sería un buen slogan para asimilar ecosistemas ricos en predadores con ecosistemas ricos en presas. 

Porque este no es un artículo contra la caza o los cazadores. Todo lo contrario. Creo en la caza como un recurso que puede ser bien gestionado y verdaderamente sostenible. No soy cazador, aunque conocí la experiencia con mi padre. Tengo recuerdos gratos de campo, no me provoca rechazo y me gustaría que fuera un pilar de la economía rural y del mantenimiento de la biodiversidad. Pero el veneno es indudablemente un problema ligado en gran medida a la caza, que mancilla y deja sin argumentos al colectivo cazador, y acelera el alejamiento de las nuevas generaciones, más deseosas de otra 'cosa'. 
No caeré en la parodia del cazador bueno y cazador malo, y el colectivo cazador tampoco debería hacerlo. 

Existen cazadores y existen delincuentes. Pero la ausencia de respuestas contundentes de los primeros contra los segundos no ayuda a que la sociedad empiece a ver a los cazadores como lo que muchos de ellos sienten, ser los primeros interesados en conservar la naturaleza, ser los primeros ecologistas. Las excusas que he oído suenan a demasiado manidas: «que son rencillas entre vecinos», «que la Ley es demasiado estricta» o «que no serán más de un 10 %» (supondría que en la Región habría unos 170 delincuentes-terroristas ambientales sueltos, da pánico pensarlo). 

Muchos conservacionistas sabemos que caza y conservación son perfectamente compatibles. En otras comunidades autónomas las federaciones de caza se personan como acusación en juicios contra los delincuentes envenenadores. ¿Para cuando en Murcia? Creo que la mayoría de los 17.000 cazadores de esta región, un 1,1% de los ciudadanos, está junto al 98,9% restante que no caza, no entiende y no acepta al veneno. Me gustaría verlos aislando a las ovejas negras que manchan su legítima afición y reputación, ayudando y exigiendo que la justicia les ayude. En este caso, sociedad, Administración y conservacionistas estaremos de su lado. En caso negativo, el colectivo seguirá siendo cómplice de una práctica ilegal, inmoral y absurda, como es acabar con lo que resulta inocuo y, en muchos casos, incluso beneficioso para la propia caza: la sorprendente, hermosa y amenazada biodiversidad de los grandes predadores del sureste ibérico.

Artículo escrito por Antonio Soler Valcárcel

lunes, 19 de abril de 2010

PROYECTO LIFE + "Acciones para la lucha contra el uso ilegal de Veneno"

Hoy han presentado el proyecto en Madrid José Jiménez, Director General de Política Forestal y Biodiversidad del MARM; Alejandro Sánchez, Director Ejecutivo de SEO/BirdLife; Juan José Sánchez, Vicepresidente de la Fundación para la Conservación de los Buitres (VCF); Natalia Évora, Consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura; Mª Eugenia Calvo, Directora General de Biodiversidad del Gobierno de Cantabria; Darío Dolz, Director General de Política Forestal de la Junta de Castilla-La Mancha; Francisco J. Madrid, Director General de Gestión del Medio Natural de la Junta de Andalucía y Ana Leiva, Directora de la Fundación Biodiversidad. 


El veneno continúa siendo uno de los principales problemas para algunas de las especies de nuestra fauna más amenazadas de nuestro país, como el águila imperial ibérica, el buitre negro, el quebrantahuesos, el alimoche o el oso pardo. Cada año decenas de animales domésticos mueren también por esta causa. 

Por este motivo en los años 90 numerosas entidades, entre las que se encontraban SEO/BirdLife y la Fundación para la Conservación de los Buitres entre otras muchas, crearon el Programa Antídoto. En opinión de Alejandro Sánchez, Director Ejecutivo de SEO/BirdLife “esperamos que el proyecto sirva para reactivar y aunar esfuerzos en la lucha contra esta lacra, que este año ya ha supuesto la muerte de, al menos, cinco águilas imperiales, diez milanos reales, cuatro buitres negros y tres alimoches. Todas ellas especies protegidas para las que se están haciendo grandes esfuerzos de conservación que se ven truncados por una práctica que es un delito desde 1996”

Actuaciones contra el veneno 
En el marco del proyecto se elaborarán planes y protocolos de actuación para la lucha contra el veneno en siete comunidades autónomas y un cabildo canario y se formará en la investigación especializada contra el veneno a agentes forestales de cinco comunidades autónomas y dos cabildos. El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 1.672.020 Euros para el período 2010-2014, creará patrullas especializadas de agentes medioambientales en Castilla-La Mancha. La Comisión Europea aporta el 38,68 % y el resto de cofinanciadores el 34,69%. 

Asimismo, se desarrollarán diferentes acciones para identificar alternativas al uso de veneno, algunas de ellas en las Islas Canarias, y una completa campaña de divulgación y sensibilización, en la que colabora la Editorial América Ibérica (empresa editora de las revistas Quercus, Trofeo Caza y Conservación, Jara y Sedal y El Mundo del Perro entre otras publicaciones), que tiene como objetivo lograr una mayor implicación de la sociedad en el problema. 

El apoyo del Ministerio y las comunidades autónomas 
El proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que aporta 150.000 Euros. Para José Jiménez, Director General de Política Forestal y Biodiversidad del MARM, “el veneno es un grave problema para la fauna de nuestro país sobre el que el Ministerio tiene la firme voluntad de actuar, dándole un nuevo impulso a la la Estrategia Nacional contra el Uso Ilegal de Cebos Envenenados en el Medio natural y el Grupo de Trabajo de Ecotoxicología”

Once comunidades autónomas y dos cabildos apoyan el proyecto, entre ellas la Junta de Castilla-La Mancha como socio y el Cabildo de Fuerteventura, la Junta de Andalucía y el Gobierno de Cantabria como cofinanciadores. Diez administraciones en total participan en alguna acción concreta. 

miércoles, 20 de mayo de 2009

PLOMO EN EL CAMPO. UN PROBLEMA A TENER EN CUENTA.

Plomo como elemento natural y sus utilidades en la sociedad actual.
El Plomo es un elemento metálico cuyo símbolo químico es el Pb, de peso atómico 207.22, número atómico 22, peso específico 11.34 y grado de fusión entorno a los 327 grados centígrados. Está presente en la Naturaleza de forma natural y abunda en combinación con otros elementos (sobre todo se encuentra en forma de sales) como la Galena (sulfuro de plomo), la Cerusita (Carbonato de plomo) o la Criolita (Cromato de plomo). Es pesado, denso, blando, dúctil y maleable, y estas propiedades físico-químicas tan especiales y su bajo coste han permitido el Hombre su utilidad en diversos sectores de la industria.
La producción anual a nivel nacional de este metal asciende a más de 5 millones de toneladas y se utiliza principalmente como munición en forma de perdigones o balas, pesos de pesca, cerámicas, pinturas, colorantes, cañerías, baterías, aislantes y un largo etcétera.

Plomo en el Medio Ambiente ¿Cómo le afecta?
En España hay aproximadamente 1.400.000 licencias de armas, lo que indica que no necesariamente sea este el número de cazadores censados. Si por ejemplo tomamos una sociedad de cazadores con 100 socios en un coto de caza de 5.000 hectáreas y cada socio disparara un solo cartucho de 32 gramos (peso de la munición de plomo) cada vez que saliera al campo, obtendríamos 100 disparos de 32 gramos = 3.200 gramos o 3.2 kg de plomo al día. Si eso lo multiplicamos por los días hábiles de caza, 30 este año, en la modalidad de caza menor (sin tener en cuenta otras modalidades como el zorzal, palomas, batidas o monterías) tendríamos un total de 96 kilos de plomo en 5000 hectáreas al año = 19.2 gramos de plomo en 1 hectárea por año. Si trasladamos estas cuentas al teórico dato de 1.400.000 armas, nos saldría un dato preocupante = 1.400.000 disparos x 32 gramos = 44.800 kilos en 1 día, así pues en toda la temporada (30 días) = 1.344.000 kilos de plomo /año quedaría en nuestros campos.
Son cifras que no deben pasar por alto, de ahí que se están datando muchos casos de intoxicación en avifauna y sobre todo aquellas que viven en humedales o zonas encharcadas. La gran mayoría de estos perdigones de plomo acaban, en las zonas de humedales, en el fondo del agua, donde forman depósitos inocuos para invertebrados y vertebrados acuáticos, pero un gran peligro para las aves dulceacuícolas tipo patos, ánades, ánsares, avocetas, garzas, etc. Hace ya tiempo se pensó que los perdigones se bioacumulaban en el medio y permanecían allí como materiales estables en el tiempo, pero poco después se descubrió tras varios estudios que permanecen superficialmente en el suelo (a pocos centímetros de la superficie) entre 30 y 300 años, combinándose con óxidos, carbonatos o sulfatos y liberándose poco a poco quedando a merced de la utilización animal y vegetal.

El Plomo en los Seres Vivos: Avifauna.
Anualmente se vierten más de 9.000 toneladas de plomo al medioambiente. Éste se deposita en sedimentos fangosos en charcas, lagunas, ríos, humedales donde son potencialmente peligrosos para las aves acuáticas y las rapaces.
El proceso por el cual las aves acuáticas asimilan el plomo es bastante sencillo, lo primero que hacen las aves es como el plomo por equivocación, es decir, la mayoría de las aves (a excepción de las rapaces) comen tierra o arena literalmente ¿para qué os preguntaréis?, pues para romper y triturar los alimentos. La mayoría de las aves no tienen unos jugos gástricos tan potentes y ácidos como ,por ejemplo, los mamíferos y por ello necesitan ingerir granos de arena, gravilla y pequeños clastos, que globalmente en el argot zoológico que denominan gastrolitos. Otro dato a favor de que realmente este ocurre así, es porque sin ser ningún erudito en aves uno se da cuenta que el estómago de estas aves, la molleja, es muy musculosa ¿Por qué? Por que tiene que mover estas gravas para facilitar la trituración del alimento. Pues bien, en la ingesta de estos gastrolitos es donde entran en juego los perdigones de plomo, ya que son comidos por equivocación creyendo que son simples granos de arena de color negro. Una vez que éste se ha disuelto en la molleja, forma las llamadas sales de plomo y pasan al torrente sanguíneo y de alojan en todos los órganos y tejidos del animal. El ave muere aproximadamente a las 3 semanas de haberlo ingerido y los síntomas suelen ser estos que a continuación enumero:
1) Pérdida de peso considerable.
2) Pérdida de equilibrio y vuelo
3) Diarreas abundantes
4) Alas caídas
5) Convulsiones, ceguera y movimientos en círculo.
Todos estos síntomas provocan problemas en el animal de tipo neuromuscular, digestivos, renales, inmunológicos y en última instancia, la muerte del animal.
Por todo esto, cada año mueren en España unas 30.000 aves acuáticas, por lo que los ecologistas han denominado “la muerte silenciosa”

El Plomo en los Seres Humanos.
Se denomina saturnismo o plumbosis al envenenamiento que produce el plomo (Pb) cuando ingresa en el cuerpo humano. Es llamada así debido a que, en la antigüedad, los alquimistas llamaban "saturno" a dicho elemento químico. Se denomina saturnismo hídrico al que se produce a través del agua ingerida, pues el plomo, mineral inoxidable muy maleable, no confiere gusto al agua ni a los alimentos. Precipita con HCl. El nombre que recibe esta enfermedad viene del dios griego Saturno y es llamada así porque a este dios se le representa como un demente y esta enfermedad produce alucinaciones y hace que el enfermo sea muy agresivo. Previo a esto se presentan los cólicos saturninos, ya en la etapa de intoxicación. Previa a la intoxicación existe una etapa de contaminación.
A continuación os muestro una clasificación de los efectos que tiene el plomo en los seres humanos y que me han parecido más importantes. Estos efectos, calro está, en función del nivel de plomo en sangre y de la duración a la exposición a este elemento:
  1. En General. Inhibición de muchos enzimas, Graves alteraciones en procesos bioquímicos, Hipertensión, Imnunosupresión, tec.
  2. Con Bajos Niveles. Efectos sobre el Sistema Nervioso Central, Efectos sobre Sistemas Reproductores, Efectos sobre el Sistema Hematopoyético (producción de glóbulos rojos)
  3. Exposiciones Severas. Convulsiones, Estado de coma, Muerte
Alternativas más ecológicas.
Actualmente en el mercado de municiones, podemos encontrar 5 tipos de perdigones no tóxicos para uso y empleo de la actividad cinegética:
  • Acero
  • Estaño
  • Aleación de Bismuto-Estaño
  • Aleación de Tugnsteno-Hierro
  • Polímero de plástico en combinación con Tugnsteno
Como dato informativo, saber que en Estados Unidos y Noruega está prohibido el plomo en la caza de aves acuáticas desde 1991. En Dinamarca y Holanda existe una prohibición total y en Finlandia, Reino Unido, Suiza, Canadá sus campos empiezan a dar síntomas de estar afectados por plomo.
España, Italia y Francia no se encuentran entre estos países donde hay un ley que regula y restringe el uso y utilización del plomo en la actividad cinegética.

Conclusión.
Hemos de tener en cuenta que el plomo es un veneno para el campo y para todos aquellos organismos que obtienen de éste sus recursos alimenticios. Liberado en grandes proporciones lo único que provoca es el empobrecimiento y la degradación del Medio Ambiente. Por todo ello, hay que empezar a concienciarse de que constituye una grave amenaza para las especies cinegéticas y salvajes, sobre todo las acuáticas, ya que las especies muertas por saturnismo o plumbosis forman la base de una peligrosa cadena trófica del plomo que podría tener consecuencias irreversibles…

martes, 4 de noviembre de 2008

PESTICIDAS ¿VENENO SÓLO PARA LOS VISITANTES?

Desde que el 1939 se sintetizara el primer pesticida, ha llovido mucho hasta la actualidad, hasta el punto de pasar éstos de ser aliados en la lucha contra los insectos y demás organismos “devora cultivos”, a ser una seria amenaza para la salud humana.El primer descubrimiento sobre estos compuestos químicos se remontan casi 70 años antes (aunque su descubridor no dio con su verdadera aplicación). Fue en 1874 en el laboratorio del químico Zeidler, cuando se halló por este científico el primer compuesto insecticida para los cultivos, llamado DicloroDifenilTricloroetano, más conocido como DDT. Pero no fue hasta 1948 cuando el Dr. Müler descubrió su novedosa, en aquella época, utilidad: servir como agente insecticida para las cosechas de entonces. Por todo ello, es decir, por el redescubrimiento del DDT y su aplicación en la agricultura recibió el Nobel de Medicina.

Durante los años 50 y 60, la gran mayoría de los cultivos eran rociados con DDT debido a su bajo coste y su gran eficacia contra inquilinos no deseados en las cosechas. Esto continúo durante unos 25 años más, pero en 1970 su demanda decreció bastante por causa de unos estudios que se realizaron durante la década de los 60 y que concluían que estas sustancias organocloradas eran nocivas para la salud humana. Este tema tuvo una gran repercusión en toda Europa, ya que la gente comenzaba a dudar sobre el beneficio que daba el DDT a el campo…En España se prohibió en 1974.

En realidad ¿Qué son los Plaguicidas o Pesticidas?. Todas la variantes de plaguicidas y pesticidas se engloban dentro de los quimiocidas, es decir, sustancias químicas destinadas a combatir plagas o agentes que impidan el desarrollo de vegetales ( o malas hierbas), y e general de cultivos destinados al consumo humano.
Existen miles de compuestos químicos en todo el mundo destinados para este fin. En España están registradas más de 300 sustancias activas como pesticidas o quimiocidas, entre las que destacan las siguientes:

Según su acción específica o dianas específicas pueden considerarse:
Ø Insecticidas. Elimina todo tipo de insectos (saltamontes, escarabajos, pulgones, gorgojos, hormigas) y un gran número de clases de artrópodos.
Ø Fungicidas. Elimina los hongos del suelo y sobre todo aquellos microscópicos que son los que más daño hacen a los cultivos, como por ejemplo el Ustilago mays que castiga fuertemente las cosechas de maíz. Con este tipo de sustancias químicas hay que ser un poco cuidadosos, ya que existen en el suelo hongos no visibles al ojo humano que permiten una mayor y mejor absorción de micronutrientes, como nitrógeno y fósforo, por parte de las raíces gracias a su asociación con éstos.
Ø Acaricidas. Se encargan de terminar con ácaros y similares.
Ø Nematocidas. Los nematodos son un tipo de gusanos cilíndricos que atacan las raíces de las plantas. Estos compuestos químicos se encargan de que esto no ocurra.
Ø Rodenticidas. Como habréis imaginado, este tipo de pesticida acaba con los roedores y en general con muchos micromamíferos.
Ø Bactericidas. Elimina ciertas clases de bacterias nocivas para la plantas cultivadas. Al igual que los Fungicidas, hay que tener especial cuidado al aplicar estos productos ya que podemos eliminar del suelo bacterias beneficiosas para la plantas y sus raíces, como por ejemplo, aquellas que ayudan a fijar nitrógeno atmosférico a las raíces de las plantas y otras sustancias esenciales para el crecimiento y el desarrollo vegetal.
Ø Molusquicidas. Arrasa con determinados grupos de moluscos, como caracoles y babosas
Ø Herbicidas. Se encargan de matar las llamadas “malas hierbas” de los cultivos que disminuyen el rendimiento de los suelos. Estos pesticidas son los más utilizados en los campos de cultivo.

Según el destino de su aplicación pueden considerarse:
Ø Pesticidas de uso fitosanitario o productos fitosanitarios: los destinados a su utilización en el ámbito de la sanidad vegetal o el control de vegetales.
Ø Pesticidas de uso ganadero: los destinados a su utilización en el entorno de los animales o en actividades relacionadas con su explotación.
Ø Pesticidas de uso en la industria alimentaria: los destinados a tratamientos de productos o dispositivos relacionados con la industria alimentaria.
Ø Pesticidas de uso ambiental: los destinados al saneamiento de locales u otros establecimientos públicos o privados.
Ø Pesticidas de uso en higiene personal: aquellos preparados útiles para la aplicación directa sobre el hombre.
Ø Pesticidas de uso doméstico: cualquier preparado destinado para aplicación por personas no especialmente cualificadas en viviendas o locales habitados.

Según su composición química, los pesticidas pueden clasificarse en diversos grupos, siendo los más importantes los siguientes:
Ø Organoclorados. Un claro ejemplo fue el malogrado DDT. Son compuestos con mucho cloro y que además se bioacumulan en las cadenas tróficas.
Ø Carbinoles. Componentes de la mayoría de los acaricidas.
Ø Organofosforados. Compuestos con un alto contenido en fósforo, y esto en el medio edáfico provoca la inhibición de otros nutrientes
Ø Sulfonas y Sulfonatos. Tienen el mismo fin que los carbinoles y son poco tóxicos.
Ø Carbamatos. Son los más “ecológicos” y los que menos daño hacen al medioambiente, ya que se degradan fácilmente.
Ø Diazinas y Triazinas. Sustancias utilizadas para combatir hongos (fungicidas)
Ø Compuesto Fenólicos. Contienen fenoles y derivados de estos y de utilizan como Herbicidas.
Ø Arsenicales.
Ø Derivados de cumarina.
Ø Derivados de urea.
Ø Dinitrocompuestos.
Ø Piretroides..

Según el estado de presentación o sistema utilizado en la aplicación:
Ø Gases o gases licuados.
Ø Fumigantes y aerosoles.
Ø Polvos con diámetro de partícula inferior a 50µ.
Ø Sólidos, excepto los cebos y los preparados en forma de tabletas.
Ø Líquidos.
Ø Cebos y tabletas.

©Emilio J. Orovengua