martes, 10 de abril de 2018

EL (ESPERANZADOR) FUTURO DEL AGUA EN ESPAÑA.


Increíble, pero cierto…La Naturaleza nunca nos dejará de sorprender.

Si hace algunos meses decía textualmente: “se necesitarán meses enteros de lluvias constantes para volver a los valores normales y medios de nuestros embalses y pantanos”, pues dicho y hecho…parece que la Virgen de la Cueva o alguna otra divinidad relacionada con la meteorología me escuchó y activó el “rain mode” en la atmósfera.

Bromas aparte, debido a los hechos de precipitaciones acontecidos en los últimos meses, la Naturaleza nos da demostrado como se puede revertir una situación crítica de agua en relativamente poco tiempo si se dan las condiciones idóneas. Además, los seres humanos somos tan originales, que  le ponemos nombres a los fenómenos meteorológicos y si a alguien hay que agradecer que las reservas de agua en España estén ahora mismo al 65% de su capacidad  es a Emma, Félix, Gisele o Hugo (aunque no solo trajeron agua… desgraciadamente, el suroeste de la Península se ha visto muy afectada por estas borrasca y los daños y desperfectos se tasan en millones de euros).

Han sido intensas y potentes borrascas que desde finales del mes de Enero de 2018 nos han visitado semana tras semana. Algunas de ellas, antes de cruzar el Atlántico rumbo hacia las costas de Portugal, España y Francia ya habían impactado con intensos vientos y fuertes lluvias en las regiones nordeste de Estados Unidos y Canadá. Allí son llamadas Nor´easters, y muchas de ellas se originan como ciclogénesis explosivas.

Respecto a datos que nos ofrece el portal www.embalses.net, sólo ver “el subidón” del gráfico que adjunto ya nos podemos hacer una idea.


El 10 de Febrero de 2018 la reserva se situaba en un 42%, dos meses después, a 9 de Abril de 2018, estamos superando el 65%, +23% que en son nada más y nada menos que 13.000 hectómetros cúbicos más de agua en nuestros embalses ¡¡¡GUAU!!!!

Un mes de Febrero muy húmedo  que ha registrado una precipitación media  un 38% por encima de lo normal (según los registros estadísticos de los últimos 30 años) y el final lluvioso de la estación invernal  ha conseguido que los embalses aumenten sus niveles a un ritmo brutal.

El hecho de tener “las bañeras” con niveles aceptables y que nos aseguran agua disponible para los próximos meses, no nos exime de seguir pensando de que este es un recurso finito. Es más una cuestión de mentalidad, que de necesidad, no hay que esperar a vivir una situación límite para corregir actos y costumbres, aunque los Humanos solemos tropezar no una, sino varias veces con la misma piedra para corregir nuestra aptitud.

Pero esto parece que aún no ha llegado a su fin. El “rain mode” se ha instalado en los cielos españoles durante algunas semanas más y la primavera, el deshielo y derretimiento de las nieves de las montañas darán un nuevo empujón en positivo a los niveles de agua embalsada, que con toda seguridad alcanzará los niveles medios de los últimos 10 años y que a día de hoy se sitúa en el 70%.

©Emilio J. Orovengua.

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