domingo, 18 de mayo de 2008

VAMPIROS: LA REALIDAD SUPERA LA LEYENDA

Su aspecto siniestro y horrible y su peculiar dieta alimenticia han servido de argumentos a películas y libros e inspirado numerosos mitos y leyendas, de las cuales la mayoría son falsas.

Los vampiros no son peligrosos por su voracidad, es decir, por el daño que nos causen si algún día nos mordiera uno, sino por su capacidad de transmitir enfermedades. Sirven de vectores, por ejemplo, para transmitir la archiconocida rabia.

Algo que quiero que quede claro es que a nosotros, todos los europeos, es prácticamente imposible que lleguemos a sufrir un ataque por estos mamíferos "chupasangre", ya que viven única y exclusivamente en1a América tropical y subtropical, en países como Ecuador, Bolivia y Colombia.

La Familia a la que pertenecen este clase de quirópteros es la de los Desmóntidos. Dentro de esta familia, la especie que más fama tiene es el Gran Murciélago Mordedor (Desmodus rotundus), también se llamado Murciélago de Nariz Roja por los numerosos repliegues membranosos que posee en la nariz, además de unos prominentes colmillos. Se alimenta, lógicamente, de sangre que obtiene sangrando a sus víctimas. La mayoría son ganado bovino y caballar , aunque si se la presenta la ocasión, no desaprovechará un cuello humano. Su mordisco provoca una insignificante incisión por la cual saldrá la sangre que este animal lame, pero no chupa, evitando que ésta se coagule al salir gracias a numerosas moléculas anticoagulantes que posee en su saliva.

El mito de los "chupadores de sangre" nació en base a una serie de desconocimientos que el hombre tenía sobre ciertas patologías médicas como, por ejemplo, la Rabia Furiosa. Según este mito, los vampiros son en su mayoría varones, pues bien, esta enfermedad afecta 7 veces más a los hombres que a las mujeres. Otras peculiaridades vampirescas como las contracciones faciales, la fotofobia ( odio a la luz) y un desenfrenado deseo sexual coinciden con otros casos clínicos. Otros médicos, cree que estos a los que se les llamaba vampiros no eran sino esquizofrénicos o personas con trastornos psiquiátricos.

©Emilio J. Orovengua